INFORMACIÓN DEL PRODUCTO: El mumio es un antiguo bálsamo con propiedades milagrosas; se trata de un jugo extraído de las rocas. Durante siglos, se le ha llamado "la sangre de la montaña". Esta sustancia se ha utilizado desde la antigüedad para tratar diversas dolencias. Se encuentra en rocas inaccesibles al ser humano, en cuevas, en forma de gotas, acumulado en el techo de la cueva o fluyendo de las grietas de las rocas. El mumio mineralizado y purificado es un líquido marrón oscuro, una masa elástica y pegajosa que se ablanda con el calor de las manos. Tiene un olor resinoso característico y se disuelve en agua con un ligero sedimento; su sabor es amargo. El mumio contiene 28 elementos químicos, 30 macro y microelementos, así como 10 óxidos metálicos diferentes, 6 aminoácidos, varias vitaminas (B12, P167, B1, entre otras), aceites esenciales, veneno de abeja y sustancias resinosas, cada una de las cuales influye en los procesos metabólicos correspondientes del organismo. Potencia los procesos regenerativos en diversos tejidos, actúa como antiinflamatorio, antitóxico y fortalecedor general, y restaura las funciones disminuidas de los centros nerviosos periféricos o los centros analíticos del cerebro. Participa positivamente en la biosíntesis del ADN celular. ¿Para qué se recomienda el mumio? 1. Para úlceras estomacales, afecciones del sistema gastrointestinal, órganos digestivos (estómago, hígado, bazo), vejiga (con retención urinaria), colitis y gastritis. Se toma por vía oral, preferiblemente en ayunas, 1 o 2 veces al día: por la mañana y por la noche antes de acostarse, durante 25 a 28 días. En caso de enfermedades crónicas, el tratamiento se repite tras un descanso de 10 días. La cantidad necesaria de mumio para un tratamiento completo es de 0,2 a 0,5 g, hasta un máximo de 10 a 25 gramos al mes (según el peso corporal). Dosis: hasta 70 kg - 0,2 g, hasta 80 kg - 0,3 g, hasta 90 kg - 0,3-0,4 g, más de 90 kg - 0,4-0,5 g. Se recomienda diluirlo en leche en proporción 1:20, o bien en agua. (Esto equivale a una pieza de mumiyo, del tamaño de un grano de trigo, por cada 3 cucharadas de líquido). Se puede añadir miel al gusto o sustituir zumos (pepino, uva, etc.) por zumos de hierbas y plantas, como perejil, arándano, yema de huevo, etc. Durante el tratamiento de úlcera péptica, enfermedades gastrointestinales y afecciones del aparato digestivo (hígado y bazo), etc., es necesario seguir una dieta y moderar la ingesta de alimentos. ¡El alcohol está contraindicado! 2. Hemorroides: Se toma por vía oral, en ayunas, dos veces al día (mañana y noche antes de acostarse), 0,2 g de mumiyo por dosis. Es fundamental lubricar constantemente el ano hasta una profundidad de 10 cm con una mezcla de mumiyo y miel en proporción 1:5 a 1:8. Tras 25 días de ingesta, se recomienda un descanso de 10 días antes de reanudar la toma. La lubricación debe continuar durante 3-4 meses, con un mes de descanso entre cada toma. En hemorroides muy antiguas y sin tratar, la curación se produce tras 6-8 meses, o incluso antes. Se obtienen muy buenos resultados al aplicar una mezcla de mumiyo con aceite de melocotón o grasa de vaca (solo en este caso se requiere una cantidad suficiente de mumiyo para un tratamiento completo). 3. Para fracturas óseas, articulares, lesiones torácicas, esguinces, contusiones, distensiones musculares y tendinosas. Para úlceras cutáneas tropicales, hinchazones, quemaduras, cortes y reumatismo. Se toma por vía oral a una dosis de 0,2-0,5 g según el peso (véase arriba), junto con la aplicación de compresas en la zona afectada (según la extensión de la afección). El tratamiento debe durar 25-28 días con un descanso de 10 días, tras el cual se reanuda. Si es necesario, la aplicación de compresas debe continuar durante todo el tratamiento sin interrupción. 4. Para procesos de tuberculosis ósea (cadera, rodillas, columna vertebral). Se toma por vía oral a una dosis de 0,1-0,2 g, dos veces al día durante 25 días, repitiendo el tratamiento tras un descanso de 10 días. Se prepara mezclando mumiyo y leche en una proporción de 1:20 (mumiyo = un grano de trigo, leche = 3 cucharadas). 5. Tromboflebitis, incluyendo la de las venas profundas e internas de las piernas. Se administra por vía oral a una dosis de 0,25-0,3 g, dos veces al día (mañana y noche antes de acostarse) durante 25 días, mezclado con miel o leche en proporción 1:20, con un descanso de 10 días, pudiendo continuar el tratamiento si fuera necesario. Disminuye el dolor, la hinchazón de la extremidad afectada, aumenta el número de eritrocitos, se normaliza la urea y la fórmula leucocitaria. Desaparecen otros síntomas de la enfermedad y aumenta la hemoglobina. 6. Heridas purulentas, inflamatorias e infectadas, quemaduras y úlceras purulentas. Se aplica una solución de mumiyo al 1-10% o una solución al 2-3% con aceite en las zonas afectadas. 7. Acidez estomacal, náuseas y vómitos. Tomar 0,2 g de mumiyo por vía oral con leche o miel, o bien con infusión (en una cucharada de té o agua hervida), dos veces al día: por la mañana en ayunas y por la noche antes de acostarse, durante 24-26 días. La mejoría se produce tras 10-15 días. 8. Otitis purulenta, inflamación del oído medio, pérdida de audición: Preparar gotas de 0,4 g de mumiyo mezcladas con aceite en proporción 1:10. Tomar dos veces al día: por la mañana y por la noche antes de acostarse. También se puede ingerir una solución de 0,2-0,3 g de mumiyo mezclada con leche y miel. Esto favorece la salida del pus del oído y potencia los procesos antiinflamatorios. 9. Dolor de cabeza, migraña, fiebre, mareo, epilepsia, parálisis del nervio facial. Vía oral: 0,2-0,3 g de mumiyo, mezclado con leche y miel en proporción 1:20, dos veces al día: por la mañana en ayunas y por la noche antes de acostarse. También se puede tomar solo con agua (1:20; una cantidad de mumiyo equivalente a un grano de trigo por 3 cucharadas de agua). Se toma durante 25 días y, en casos de enfermedades crónicas, antiguas o desatendidas, se repite el tratamiento tras un descanso de 10 días durante otros 25 días. 10. Para la tartamudez. La mezcla necesaria es mumiyo con miel en proporción 1:5-1:8 (1 parte de miel equivale a 0,2 g de mumiyo). Se debe tomar durante 4-6 meses. 11. Para las epistaxis, se aplica en cada fosa nasal una mezcla de 0,1 g de mumiyo con aceite de alcanfor en una proporción de 1:5 a 1:8 (0,2 g por dosis). La epistaxis desaparece tras dos ciclos de tratamiento de 25 días con un descanso de 10 días entre ellos. 12. Para la inflamación de la glándula mamaria, durante los primeros 5-6 días se administra por vía oral 0,2 g de mumiyo en una proporción de 1:20, de 3 a 4 veces al día, y posteriormente dos veces al día: por la mañana en ayunas y por la noche antes de acostarse, 0,2 g de mumiyo, durante un máximo de 25 días. 13. Para la hemorragia pulmonar, se administra por vía oral una mezcla de 0,2 g de mumiyo con jarabe de cereza o melocotón, etc., en una proporción de 1:20, de 2 a 3 veces al día (por la noche, antes de acostarse). Se requieren de 3 a 4 ciclos de tratamiento de 25 días con un descanso de 10 días entre ellos. En casos más graves, el tratamiento debe continuarse con una mezcla de mumiyo con miel y leche en la misma proporción. 14. Para enfermedades inflamatorias y alérgicas, angina de pecho, rinorrea, catarro de las vías respiratorias superiores, estornudos y tos: Tomar de 0,2 a 0,3 g de mumiyo en una mezcla de leche o sebo de vaca y miel, por vía oral en ayunas, por la noche antes de acostarse (en una proporción de 1:20). También se puede aplicar la misma mezcla sobre la piel inflamada, las fosas nasales y la garganta, por la noche, utilizando un tampón o haciendo gárgaras (para la angina de pecho). En total, se requieren de 1 a 3 ciclos de tratamiento, dependiendo de la gravedad de la enfermedad. Cada ciclo dura de 25 a 28 días con un descanso de 10 días. 15. Asma bronquial: La administración es la misma que para los procesos inflamatorios y crónicos. Se toma por vía oral y se realizan enjuagues y gárgaras. 16. En afecciones femeninas, defectos de los tejidos de los órganos genitales femeninos (llagas en los tejidos de la vagina y el útero) y en otros procesos inflamatorios antes y después del ciclo menstrual, se aplica una compresa (tampón) sobre las llagas, bien humedecida con una solución de mumiyo al 4% y se fija. El tratamiento dura de 2 a 3 semanas y, tras un descanso de 10 días, se repite si es necesario. Se recomienda abstenerse completamente de tener relaciones sexuales durante todo el tratamiento. Es preferible realizar el tratamiento por la noche antes de acostarse. 17. Infertilidad en hombres y mujeres. Para la disminución de la función sexual, se recomienda tomar de 0.2 a 0.3 g de mumiyo con jugo de zanahoria o de arándano, una o dos veces al día en ayunas, por la mañana y por la noche antes de acostarse, en una proporción de 1:20, durante 25 a 28 días. También se puede mezclar el mumiyo con yema de huevo o con jugo de algunas hierbas medicinales. La actividad sexual aumenta entre el sexto y el séptimo día. En caso de enfermedades de los nervios periféricos y del sistema musculoesquelético (radiculitis, neurodermatitis, plexitis, neuralgia), se recomienda frotar una solución de mumiyo en las zonas afectadas durante 5 a 6 días. Posteriormente, se recomienda una solución al 8-10% (con alcohol) durante 20 días (un ciclo de tratamiento), seguido de un descanso de 10 días antes de continuar el tratamiento. Cuando se toma simultáneamente con leche y miel en proporción 1:20 (0,2 g de mumiyo) y se aplica frotando y masajeando las zonas afectadas, resulta muy eficaz para relajar rápidamente los músculos inflamados, aliviando el dolor, el picor y otros síntomas de la enfermedad. 19. Periodontitis (encías, dientes, mucosa oral y otras reacciones inflamatorias en la cavidad bucal): Tomar 0,2 g de mumiyo por vía oral 1-2 veces al día: por la mañana en ayunas y por la noche antes de acostarse (¡obligatorio!), durante 25 días (un tratamiento completo) con leche y miel o con una solución acuosa de mumiyo en proporción 1:20, realizando enjuagues bucales con una solución al 5%. 20. Para el eccema de las extremidades: Se recomienda realizar baños de vapor en las extremidades (manos o pies) con una solución de mumiyo al 5-6%, y simultáneamente tomar 0,2 g de mumiyo por vía oral, dos veces al día: por la mañana y por la noche antes de acostarse, 30-35 minutos antes de dormir, durante 25 días. Tras un descanso de 10 días, se puede continuar el tratamiento. Esta enfermedad requiere un tratamiento metódico y regular. Para el eccema, en lugar de quemar las extremidades, se pueden masajear las zonas afectadas con mumiyo mezclado con jugo de espino amarillo, alcohol, etc. El mumiyo, un remedio tradicional, es una sustancia muy útil capaz de aliviar diversas dolencias. Contenido: 100% mumiyo de Altái (mumio), purificado. Contraindicaciones: No apto para mujeres embarazadas o en período de lactancia, menores de 18 años, personas con cálculos renales o intolerancia individual al producto. Presentación: 10 g.